En la bodega, todos le llamamos "Josi". Y no es por casualidad, porque si hay algo que nunca pasa desapercibido en Muriel, además de su excelente trabajo, es su voz. Desde 1998, Josi ha sido una pieza clave en la línea de embotellado, pero también en el equipo de la bodega… especialmente cuando decide transformar su jornada laboral en un concierto improvisado. Josi nació en Bilbao, pero su vínculo con el vino y con Elciego viene de mucho antes. Pasaba allí todos sus veranos, rodeado de viñas, barricas y esa cultura del vino que, con los años, se fue colando en su vida. En Muriel no solo encontró trabajo, encontró una escuela de vida. “Aquí he aprendido todo lo que sé”, dice. Fue en ese ambiente tan especial de Elciego donde empezó a cultivar su pasión por el vino... y por la música, que no duda en compartir con todos cuando se deja llevar por el espíritu del momento.
Lo cierto es que no hay rincón de la bodega donde no lo encuentres cantando, ya sea a Julio Iglesias o cualquier otro tema que se le ocurra. Si alguna vez entras por la puerta y oyes una voz en pleno solo de “La vida sigue igual”, es él dándolo todo y aunque no necesita aplausos… uno de vez en cuando, quién sabe, le animaría.
Fuera del trabajo, Josi es un amante del monte: le encanta caminar, correr, desconectar… Pero siempre, siempre, con un buen almuerzo y una copa de Muriel Crianza a su lado. Porque para él, el vino no es solo parte de su trabajo, es una pasión. Y en la bodega, esa pasión por lo que hace se siente en cada botella y, por supuesto, en cada canción.
Josi no solo forma parte de Muriel. Josi es Muriel. Y su historia, como su voz, es imposible de olvidar.
Así que sí, su historia es también la nuestra.
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